Forks, el pueblo de Washington, ha triplicado el número de visitantes desde que la saga de vampiros escrita por Stephenie Meyer causa euforia en todo el mundo.
Los más de 3 mil habitantes de Forks, en Washington no pueden creer que el pequeño pueblo lluvioso, donde sólo hayan dos semáforos, hayan triplicado la cantidad de sus visitas en tan sólo un año.
Sucede que es en Forks donde la escritoria Stephenie Meyer se inspiró para ambientar su saga de vampiros Crepúsculo y los fans de todo el mundo peregrinan a este pequeño pueblo, cuyas principales industrias son la tala de árboles y dos centros penitenciarios y ahora, el turismo vampiresco.
Los más de 3 mil habitantes de Forks, en Washington no pueden creer que el pequeño pueblo lluvioso, donde sólo hayan dos semáforos, hayan triplicado la cantidad de sus visitas en tan sólo un año.
Sucede que es en Forks donde la escritoria Stephenie Meyer se inspiró para ambientar su saga de vampiros Crepúsculo y los fans de todo el mundo peregrinan a este pequeño pueblo, cuyas principales industrias son la tala de árboles y dos centros penitenciarios y ahora, el turismo vampiresco.
Entre algunas de las atracciones está sacarse fotos con la vieja camioneta roja de Bella, la cafetería del Forks High School, donde Bella y Edward se miraron por primera vez, el ayuntamiento y a la oficina de policía donde trabaja el papá de Bella.
Sin embargo, aunque Forks es donde se ambienta la historia en los libros, las películas que se han rodado de la saga no han sido íntegramente en esas locaciones. En Portland en Oregón y Vancouver en Canadá también es parte del intinerario de los seguidores.
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